sábado, 27 de junio de 2009

El Misterio de la Avenida Santiago Pampillón

Es llamativo que nadie haya notado lo de Santiago Pampillón. O mejor dicho, nadie notó que hace semanas la Avenida Colón, desde la Central de Policías hasta pasando Plaza Colón, han cambiado el nombre de la calle a "Av. Santiago Pampillón". A quien le pregunté, nadie sabía a qué me estaba refiriendo. Al principio pensé que estaban cambiando realmente el nombre de la avenida y que esos papeles prolijamente pegados eran a modo provisorio, pero después me puse a pensar "Cambiarle el nombre a la Colón!! Es como mucho... no es una callecita de barrio cualquiera, es una de las avenidas mas conocidas y transitadas de la ciudad!".


¿Quién será este tipo...?

Me puse como objetivo llegar a casa y averiguarlo. Salvo que siempre pisaba pie en mi dpto y me olvidaba. Así pasaron los días hasta que finalmente pude ganarle a mi alzeimer y me puse las pilas. Lo siguiente es un rejunte de dos páginas de muchas que surgieron en los resultados de Google. Es principalmente un compilado que (creo) lo hace un toque mas fluído. Había habido toda una historia por detrás de la Avenida Santiago Pampillón...

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La dictadura de Juan Carlos Onganía, el 29 de julio de 1966, anunció la intervención a las universidades. Quizás su objetivo más destacado era avanzar hacia una universidad con aranceles y cursos de ingresos para abolir su carácter de masas. Fue entonces la conocida "noche de los bastones largos", en la que miles de estudiantes y profesores fueron reprimidos y detenidos, y que produjo el exilio de una gran parte de la comunidad científica argentina.

A pocos días de la intervención, una asamblea multitudinaria en la escalinatas del Pabellón Argentina de la Universidad de Córdoba definió una huelga por quince días, medida que contó con la solidaridad expresa del movimiento obrero, que organizaba ollas populares para los estudiantes en los sindicatos, ante la decisión de la dictadura de cerrar el comedor universitario.

En la primera semana de setiembre de 1966, miles de volantes convocaron a una asamblea en la Plaza Colón con la idea de atraer allí al grueso del aparato represivo y pasar de boca en boca la consigna de que la asamblea se haría en una esquina céntrica el 7 de setiembre a las 20. El plan falló parcialmente, ya que más de un millar de estudiantes fueron rodeados en la Plaza Colón por la policía, que apagó el alumbrado público e iluminó la concentración con reflectores. Entretanto, en otras esquinas aledañas se concentraban miles de estudiantes. Al momento de abrir la asamblea decenas de patrulleros dieron inicio a una batalla campal, en que el aire estaba saturado por los gases lacrimógenos.

En un momento dado, la infantería comenzó a replegarse y el dominio estudiantil se hizo más fuerte. Desbordada, la policía comenzó a reemplazar los gases lacrimógenos por las balas. En la Plaza Colón ,entretanto, los estudiantes salían como podían del cerco policial y marchaban al centro. En conjunto, la batalla se libraba en un radio de 20 cuadras. 'Han matado a un estudiante' anunciaba el canal televisivo de la Universidad.

En la avenida Colón al 300, un policía había disparado a sangre fría sobre Santiago Pampillón.

El asesinato de este joven, quien se transformaría en un símbolo por su doble condición de obrero y estudiante, condensó a la unidad obrero-estudiantil y fue el inicio de un camino que, menos de tres años después, el 29 y 30 de mayo de 1969, desembocaría en la batalla de dos días entre el pueblo cordobés y la policía que pasó a la historia con el nombre de "El Cordobazo" y que significo el principio del fin de esa experiencia dictatorial.

Desde entonces corrientes estudiantiles de las más diversas tendencias invocan su nombre como símbolo del activismo universitario.

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Santiago Pampillón nació en la ciudad de Mendoza el 29 de marzo de 1942.

Cursó sus estudios primarios en la Escuela Agustín Álvarez de Mendoza y sus estudios secundarios en la Escuela de Suboficiales de Aeronáutica de Argentina, de la cual fue su abanderado cuatro años.

En 1966 cursaba el segundo año de la Facultad de Ingeniería Aeronáutica de la Universidad Nacional de Córdoba y trabajaba como obrero mecánico en la empresa fabricante de automóviles IKA-Renault, en la ciudad de Córdoba donde vivía en una pensión estudiantil.

Ese año el Instituto Cultural Argentino-Norteamericano le había concedido una beca para estudiar en los Estados Unidos.


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No se quienes habrán pegado los carteles, pero a mí al menos me gustó la idea; mínimamente me hizo buscar su historia, y al menos vos llegaste a leerla ^^

Fuentes:

http://www.elortiba.org/pampillon.html
http://www.cadena3.com/post_ampliado.asp?post=14365&archivo=18976&sector=42

7 comentarios:

Xaj dijo...

Interesante, che.

Mienras uno se hace experto en cerrar el pico, hubo tiempos donde los sueños se mostraban bandera en alto, sin mandar mjes de txt.

Adonde dejamos los restos, donde nos guardamos lo poco que nos queda cmo generaciòn chupadita de ilusiones?

Saluditos.

Anónimo dijo...

Estaba en la misma situación que vos, yo soy del interior y la semana pasada me sorprendieron todos los carteles, lamentablemente ninguno de mis amigos me sacaba de la duda.. asiq tuve q recurrir a internet.. auque todavia no se quien los pego o xq estan pegados esos carteles y me parece q ahora ningun medio habla nada q no sea gripe A..
Espero q esto pueda hacer q nos interesemos mas por nuestra historia..
un saludo y buena suerte

Franco

Javier Augusto Pérez Sobrero dijo...

Yo voy a romper el clima para decir que me gusta el dibujito de la cabecera. Hubiera sido más adecuado hacerlo en otro post, pero justo éste es el último.

Anónimo dijo...

2 años atrás, quisiera creer que a esta hora aproximadamente, te despedía en una terminal totalmente ajena a tu persona, con la promesa de reencontrarnos 1 semana más tarde.
Sin dudas, uno de los días que llevaré conmigo grabados en mi corazón.

godsize dijo...

Buenísimo, de la noche de los bastones largos pasan a criticar los mensajes de texto. Prefiero la abulia a semejante estupidez.
Con respecto al post, es muy curioso. Me gusta cuando, aunque sea de a poco, las ciudades se vuelven un tanto más interesantes. En Mendoza eso es muy raro.

Anónimo dijo...

Me gusta la lucha de Santiago, no me gusta que hayan tapado los carteles de la calle Colón, porque eso es violencia y es lo que mató a ese chico. Imponerse de esa forma es un acto de violencia. Una lastima que la municipalidad no haya limpiado eso.

Ceci dijo...

yo lo habia notado pero, al igual que vos, no me habia acordado de buscarlo...

interesante manera de reivindicar derechos!

bueno de tu parte tomarte el trabajo de explicarnos.

Saludos